¿Estás preparada para abordar la causa principal de tus problemas tanto emocionales como físicos?
A través del programa "Reconexión", te guiaré para que puedas mejorar tu salud y bienestar, y así disfrutar de una mejor calidad de vida. Descubrirás la estrecha relación entre el sistema nervioso y digestivo, y cómo esta información puede contribuir a tu bienestar general.
Diariamente se registran más casos de personas con trastornos estomacales, hepáticos, intestinales, colónicos y en la microbiota. Con el paso del tiempo, cada vez hay más personas que enfrentan condiciones mentales y emocionales complicadas como la ansiedad, la depresión y el estrés crónico. Por el ritmo demandante y rapido de la sociedad en que vivimos hoy, nuestro sistema nervioso se desregula facilmente y el cuerpo entra en un estado de alerta (produccion de cortisol) diariamente lo que resulta en una acumulación creciente de tensión en nuestro organismo.
El sistema nervioso envía constantemente señales al cerebro para determinar si es seguro producir ciertas hormonas digestivas y reproductivas, si es seguro digerir los alimentos y cuándo el estómago debe secretar jugos gástricos para descomponer la comida. Si pasamos la mayor parte del tiempo con nuestro sistema simpático activado y el sistema parasimpático no interviene para permitir que el cuerpo se relaje y la mente se sienta segura para enviar las señales, esto resulta en una desaceleración de la digestión y el cerebro no permite el correcto funcionamiento del sistema digestivo y sus órganos.
Esto evidencia la conexión entre el cerebro y los órganos encargados de la digestión. Los estados de alerta mental detienen el funcionamiento de los órganos digestivos, lo que influye en el metabolismo, la microbiota y el sistema nervioso, que se sienten sobrecargados al no liberar del cuerpo energía, hormonas y toxinas a través de los sistemas de eliminación, como el renal y digestivo. La energía, las hormonas y las toxinas no son metabolizadas del cuerpo apropiadamente cuando estamos en altos estados de desregulación nerviosa.
Existe una estrecha relación entre el nervio vago, un nervio central que recorre todos nuestros órganos principales y envía señales al cerebro de que todo está en orden, y la digestión. Este nervio es responsable de activar el sistema parasimpático (que calma y relaja) y una extensa red de este nervio atraviesa nuestros intestinos y la microbiota, permitiendo que se relajen y digieran, o al contrario que se mantengan tensos y congestionados.
Los traumas no procesados y guardados en el inconsciente, también tienen una influencia de tensión y estrés sobre el cuerpo, y de lucha o huida sobre la mente. Los traumas básicamente son experiencias que crearon altos picos de cortisol en muy poco tiempo, que se quedan acumulados en la memoria y la información del cerebro, y que también contribuyen al estado de hipersobrevivencia del día a día.
Existe una estrecha conexión entre el trauma y el intestino, así como entre el intestino y el trauma. Para superar los traumas, es necesario sanar el intestino. De igual manera, para mejorar la salud intestinal, es fundamental abordar los traumas. Los traumas, junto con el ritmo disonante e inorgánico impuesto por el mundo, se manifiestan en la vida diaria como estrés crónico, desequilibrios emocionales, estancamiento, dificultad para avanzar, pensamientos negativos, ansiedad, depresión, sensación de pesadez y creencias limitantes. A nivel físico, esto afecta a la microbiota, lo que ralentiza el metabolismo, disminuye la inmunidad (provocando reacciones alérgicas), interfiere con la adecuada absorción de nutrientes (causando anemia) y genera intolerancias alimentarias. Esos son resultados del estilo de vida, hábitos alimentarios y la carga del sistema nervioso en conjunto.
La sanación de traumas es un proceso psicológico y psicosomático complejo que no todas las personas tienen el privilegio de realizar. Pero logrando eso, este proceso nos permite vivir de manera más fluida, relajada y liviana, sin depender constantemente de nuestros mecanismos de defensa para actuar en modo alerta. Además, como hemos observado, mejora la salud digestiva, hormonal y metabólica.
El trabajo psicológico y el trabajo biológico están intrínsecamente conectados, y para sanar tanto a nivel gastrointestinal/hormonal/metabólico hay que sanar a nivel emocional. Y viceversa.
En el programa de 8 semanas "Reconexión", se proporcionan herramientas para aprender a auto-sanarse a nivel psicológico, regular el sistema nervioso y, por ende, regularse a nivel metabólico, hormonal y gastrointestinal. Es importante tener en cuenta que en casos más graves, la ayuda de profesionales capacitados es crucial e imprescindible, y también les voy a hacer las recomendaciones apropiadas.
Te espero en esta hermosa jornada de autoempoderamiento, sanación y transformación personal.
-Luiza Beltran.
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